Bien, pues no han sido como las de la película del mismo título ni tampoco he pasado unos días con Audrey Hepburn o como Gregory Peck, pero la verdad es que Roma es una ciudad con mucho encanto.
Alguien se reía cuando dije que necesitaba vacaciones para adaptarme de mi regreso de la Antártida (aventura de la que en breve pondré una serie de crónicas –censuradas, lo siento. Ciertas cosas se rigen por el estricto código: “Lo que sucede en la Antártida se queda en la Antártida”- con fotos y esas cosas para que os hagáis una idea de cómo ha sido). Pero lo cierto es que las necesitaba. Por adaptarme… y porque desde que volví no he hecho otra cosa que estudiar para los exámenes que me aplazaron por estar allí.
También quería salir de aquí con un casco de oficial romano con penacho. El típico de las películas que en realidad para la mayor parte de la historia de Roma era del rango de Decurión (parecido al de un Legatus, pero claro esos ya eran oficiales de alta graduación y se molaban por definición. Que meterse con un Legatus en esa época era una vía muy rápida para acabar con la propia vida sin no tenías mucho poder detrás para cometer tal osadía) y no Centurión como suelen poner en las películas. Sin duda mucho más estético que el de estos últimos que tenían un penacho pero que iba de lado a lado de la cabeza (de oreja a oreja, vamos). Pero después de ver el precio descubrí que igual no me hacía tanta ilusión.
Pero visitas culturales aparte, Roma es una ciudad para deleitarse. Y si cuentas con los consejos de gente que la conoce descubres ciertas cosas muy, pero que muy interesantes. Marta, te debo una señora cena de gratitud por tan sabios consejos. Para el resto solamente dos palabras: Spritz y Negroni (este último solo si tenéis agallas y cierta tolerancia al alcohol, aviso). Recomendaciones de restaurantes y demás detallitos vía mail cuando la vayáis a visitar.
Finalmente, el abajo firmante es creyente, y tenía un cierto interés por visitar la ciudad del Vaticano. Porque aunque tenía una idea acerca del tema, no es lo mismo hablar sabiendo… que sabiendo y habiendo visto.
Es impactante. Precioso. Monumental. Una sucesión de obra de arte tras obra de arte. Un bullicio de historia. Un tesoro. Una maravilla. En resumen: una vergüenza.
Por más que lo miro desde distintos ángulos, le busco justificaciones e intento ponerme (jugando al juego del Abogado del Diablo) en su lugar… me sigue pareciendo una barbaridad que todo ello sea posesión de la institución fundada por uno de los doce Apóstoles de Cristo bajo el propósito de predicar una fe que defiende por encima de todo a los humildes, a los desvalidos y que predica la caridad, el amor al prójimo y la bondad y el sacrificio por los demás. Quizá tenga razón un sacerdote que una vez me dijo: En Roma (referido al Vaticano) uno puede encontrar cualquier cosa menos al Espíritu Santo.
Sé, porque las he visto, oído y conocido de cerca, que la Iglesia tiene muchísima gente muy válida, coherente con el mensaje que predica. He visto grandes obras de caridad levantadas por la misma institución. Y me identifico con ella. Tampoco yo soy perfecto, plenamente coherente ni mucho menos un santo. Pero desde luego la Iglesia es humana (MUY humana) y de tan grande sus defectos y virtudes están a escala…
Eso sí, todavía se me saltan las lágrimas recordando alguno de los guías anónimos de los que he oído frases celebres impagables. Por cierto, sabíais que la Guardia de Honor del Vaticano es la “Guardia Sueca” y que tienen prohibido hablar aún cuando no están de guardia? Yo lo descubrí el sábado xD
Lo mejor de todo ha sido el final del viaje… si es que el viaje se ha acabado. Porque parece ser que hay huelga de controladores aéreos en Francia y como mi avión venía de Paris, pues como que me han cancelado el vuelo. Hotel pagado en Ostia y un día extra de estada por la zona. Tengo el vuelo de las 19:15h de mañana. Pero vamos, que tampoco es garantía porque cuando nos hemos ido del aeropuerto hoy a les 20:45h los del vuelo de hoy de las 19:15h todavía no habían embarcado.
Este es mi segundo viaje este año y la segunda vez que me paso una noche tirado. Aviso para todo el mundo: durante el puente de mayo estaré en Polonia. Lo digo porque todo aquel que vaya se mentalice que va a pillar otra huelga de personal relacionado con el transporte aéreo.