Buenas a todos de nuevo,
debí haber colgado un cartel que pusiera "Cerrado por Exámenes" pero con aquello de estudiar y tener que poner, vigilar y corregir exámenes... pues la verdad, como que se me olvidó y por ello pido disculpas. Al menos de algo ha servido y parece que está todo aprobado este segundo cuatrimestre.
Dicho esto, confieso que como llevaba varias semanas sin escribir se me han ido acumulando hechos, sucesos y anécdotas que contar (una boda con su respectivo despido de soltería, un culebrón enorme acerca de los indignados, un viaje a Ginebra haciendo de cuidador de la gripe de Sandra y algunas cosas más) y estaba a mitad de redactar un texto con ello cuando de repente esta mañana he recibido una noticia que me ha dejado especialmente tocado.
Esta madrugada nos ha dejado Ignasi Salvat SJ. Ya llevaba bastantes meses en una enfermedad que poco a poco le ha ido consumiendo... consumiendo todo menos las ganas de vivir y disfrutar hasta el último aliento de su vida. Hace poco menos de un mes celebramos una de sus últimas eucaristías y en ella bromeaba con que con lo "mandón" que era iba a dirigir hasta su propio funeral. Y en confidencia me decía que lo que realmente le preocupaba una vez hecha la celebración era que seguro que al día siguiente le dirían que ya había tenido ajetreo suficiente y que se tendría que discutir con toda su familia y cuidadores para poder ver el partido (nota: vigilia del partido Barça-Español siendo él un culé de toda la vida y apasionado... que de joven jugó dos temporadas en el Español).
Incansable seguidor de Jesús y con un enorme afán de hacer felices a los demás entre sonrisa y sonrisa iba soltando perlas de sabiduría. Presidente del Patronato de ESADE durante muchos años, profesor, conferenciante al mismo tiempo que teólogo, sacerdote y autor de libros de teología. Cercano, diría yo, a la Teología de la Liberación siempre defendió un modelo de vida familiar (precisamente ahí fue donde dedicó gran parte de su labor como sacerdote) basado en el amor mas que en las tonterías con las que habitualmente la Conferencia Episcopal Española suele dispensarnos. Tenía en su forma de pensar la manía de poner en aprietos (siendo como era un teólogo eminente y reconocido) a los obispos como cuando firmó con otros teólogos un documento en el que abría la puerta a la eutanasia, tan temida por ciertos sectores católicos conservadores. O con su opiniones claramente aperturistas en lo que al matrimonio se refería ("Siempre que sea fruto del amor verdadero, como va a ofender a Dios si Dios es Amor?").
En fin, he empezado esta entrada de blog triste y con alguna que otra lágrima pero es lo que siempre tuvo Ignasi: que hasta para consolarme lo he tenido a él y he recordado un montón de gestos, tonterías, charlas, sabios consejos y repasando su vida para intentar explicaros quién fue este señor su muerte ya no me deja ese sabor vacío y frío.
Descansa en paz.
Os dejo aquí un link a su biografía, aunque no la he hallado en castellano:
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