martes, 20 de diciembre de 2011

Del día que compré un décimo de lotería

Ayer comentaba que había tenido una apacible y agradable mañana buscando botas para la campaña antártica. Si bien fue una mañana tremendamente agradable, quizá con lo de apacible exageré un poquitín…  La verdad es que tuve yo un susto de muerte y hasta pensé que no lo contaba. Lo cual hubiera sido una gran decepción para el club de fans de mi “muerte por morsa fogosa” en el viaje que está al caer, pero de esos energúmenos si eso ya hablaremos otro día.

Estaba yo mirando cosas en una de los locales de Balmat (algo cara, pero sin duda la mejor tienda para material de montaña en Barcelona y con diferencia) en Gran Vía de les Corts Catalanes cuando el andamio, el mismo por el que yo acaba de pasar por debajo (y no, yo no tuve nada que ver, antes que salgan los primeros Troll), simplemente cedió. Los hierros de las patas de abajo se combaron al peso, pero la misma estructura del andamio impidió que se desmoronara directamente. Cayeron varios trozos de balcones y parte de la fachada que cayeron a la acera. Después de un minuto muy pero que muy largo en el que nadie se movió un ápice y de un silencio muy tenso, pues todos nos quedamos entre asombrados y expectantes a si acababa de caer o no la totalidad del andamio, un par de mossos que pararon con su coche en un lateral del mismo nos ordenaron a gritos que saliéramos de la tienda. Orden a la que debo añadir que nadie rechistó.

Luego lo habitual. Bomberos, ambulancia, mucha policía, gente imbécil con ganas de matarse (o lo que viene a ser lo mismo: gente a la que le puede el morbo y la curiosidad y se pegan a las cintas intentando enterarse de todo… y que no se dan cuenta que si el andamio se cae hacia adelante en lugar de sobre si mismo les va a matar) (Claro que creo que a eso Darwin lo denominaba selección natural), cámaras y periodistas, etc…

Y mientras todo eso seguía con el circo habitual tras un suceso de esas características yo me fui a por un décimo de lotería. Este año todavía no había comprado ninguno (parece como si otros años fuera un ludópata, pero tampoco sería ese el caso) y después de todo un día que salvas la vida es un buen día para comprar un décimo, no?

lunes, 19 de diciembre de 2011

Agradable almuerzo

Como decía días atrás, bueno como un par de semanas, me falta todavía lo más importante de todo para el viaje de la Antártida: las botas, la ropa interior y los calcetines. Así que esta mañana me he tomado un momento para patearme las tiendas de material de montaña de la ciudad, pues el tema de las botas lo considero muy importante y no quisiera equivocarme de talla en esta elección (lo de perder dedos es algo a tener en cuenta, me parece)

Lo dicho, un servidor, ha pasado una plácida mañana mirando y probando botas. Pero al acabar estaba en la Barceloneta mirando una pequeña tienda cuando se me ha hecho la hora de comer. El olor de la sal del mar, la suave brisa fresca, el encanto de un barrio que tiene grandes contradicciones y el encanto de mucha historia me han dejado de un humor excelente. Y ya puestos he pensado que no tendría mejor opción que comer allí, en algún pequeño establecimiento a tocar del mar.

Y paseando, paseando me he encontrado con una pequeña taberna, con vistas al Mediterráneo y solo dos mesitas en la terraza. Que con el solecillo y la brisa fresca que pasaba me llamaban cual canto de sirenas y ante cuyo poder me he dejado seducir. Y menudo acierto. Ha resultado una taberna llevada por dos hermanos vascos nacidos en un pueblecito cercano a Bilbao, marinos de profesión durante muchos años y que desde hace unos años están afincados en Barcelona. Como estaba solo como cliente en el restaurante el camarero me ha ido dando conversación y entre bocado y bocado me ha ido deshilachando su vida. Historias y anécdotas, algunas quizás adornadas, otras verdad a medias, algunas reales como solo la vida puede serlo y otras quizá contadas como propias y vividas por amigos y compañeros, pero en cualquier caso todas interesantes y mágicas. Historias de marino, sueños, de tierras lejanas, de aventuras, de soledad, de amores y desamores. Quizá no de la mejor de la vidas, pero de la suya. Todas contadas con pasión y entre sorbo y sorbo de un vino blanco de la casa que no era precisamente malo. “Si no me lo bebería yo, no se lo daría a mis clientes” me decía, y a fe que bien se lo podía beber.

Ante todo quisiera aclarar que, por mucho que yo fuera el único cliente, apenas tenía 6 mesas dentro y dos en la terraza y de malo el restaurante no tenía nada. Entre pecho y espalda me he trincado una ensalada de cangrejo y almejas, una tapita pequeña de pulpito a la gallega (que pasa, cuando se relaja uno tiene sus antojos) y unas cocochas de merluza. Y tras tan agradable comida y tras pedir únicamente un café como postre el camarero me ha preguntado llanamente:

-¿Como estaban las cocochas, caballero?
-¡Deliciosas! Muchos ángeles se hubieran condenado por ellas.

Enorme ha sido mi sorpresa cuando se ha presentado con una tartaleta de crema con fresas y moras, un café y un copa de un orujo de hierbas diciendo que su hermano, el cocinero, halagado y divertido por la originalidad del piropo tenía en haber a invitarme a postres, café y copa a condición que aceptara tomarme el orujo con ellos. Condición a la que como se comprenderá no he podido negarme.

Un rato más tarde he recordado que tenía trabajo pendiente por entregar y que debía romper el momento para volver a la realidad y tras despedirme allí los he dejado, no como los camareros que parecían sino como lo que realmente eran. Dos viejos marinos, sentados los dos frente a una botella de orujo encima la mesa de la que buena cuenta hemos ido dando, con la vista perdida en el mar. En silencio, la vista perdida, con los recuerdos en el fondo de un vaso vacío. Echando de menos, quizá, la vida en el mar. Quizá amándolo y odiándolo como les ocurre a muchos marinos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

La Conspiración.

Robert Redfort es uno de esos nombres de los grandes del cine que viene de Hollywood. Pero el caso de Redfort guarda ciertos paralelismos con el de Clint Eastwood, es uno de aquellos actores que se hizo famoso actuando… y descubrimos que era mucho mejor cuando se pasó al otro lado de la cámara. Además de ser dos personajes sin medio a comprometerse y a evaluar la sociedad (americana, es verdad).

Unos días atrás fui a ver su última película: La Conspiración. No hay miedo al spoiler puesto que es una película histórica que narra uno de los episodios más traumáticos de la corta historia de los Estados Unidos, el asesinato de Lincoln y el juicio posterior. Un auténtico thriller político-militar.

La historia es harto conocida y el planteamiento de la historia no es revolucionario, es verdad. Pero como suele ocurrir el cuidar los detalles es lo que marca la diferencia. Una fotografía y una iluminación magistrales. Unos decorados cuidados en extremo y un vestuario que a mí, que no soy un experto ni siquiera historiador, me resultó como poco tremendamente convincente.

Probablemente, muchos de los extras serán miembros de esas sociedades históricas tan celebres de las zonas interiores de los Estados Unidos que sería una gran manera de abaratar costes (recuerdo haberlo leído en una crítica, pero no está en mi conocimiento si realmente fue así o no). Lo que sí observé fue lo cuidado de los uniformes militares y las insignias de los personajes, incluidos los sutiles cambios entre la gradación de los generales. Teniendo en cuenta la temática de la historia y la cantidad de personajes de este tipo que circulan por la película (especialmente en un país en el que existe una gran tradición de recrear batallas históricas de la Guerra Civil Americana) habría sido una herejía no cuidarlo, pero no por ello sería precisamente fácil conseguirlo.  

Además James McAvoy brilla con especial intensidad. Ya no es aquel jovencito de la Habitación de al lado, ni de pequeñas producciones de la BBC. Tampoco aquel jovenzuelo que protagonizaba una historia menor en la gran serie bélica de Band of Brothers. Hoy es ya un gran actor con un soberbio registro interpretativo. Fue una suerte que me lo descubrieran y me obligaran a fijarme en la estela de este actor, porque seguro que nos dejará grandes interpretaciones en la historia del cine y esta sería una de ellas.

Oficialmente es solo una película histórica, pero en manos de Redford no puede vitarse el debate viendo este film de hasta donde un Estado de derecho puede llegar, para saciar su sed de venganza, a anteponer las libertades o derechos individuales a defenderse cuando se es acusado (justa o injustamente). Además, con la reflexión (extremadamente corta, simplemente dos frases) final pronunciada por el propio fiscal uno no puede evitar relacionarlo, sin que se cite que no deja de ser una película de época e histórica, con eventos muy recientes como Afganistan, Irak y Guantánamo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Carta abierta a los Camisetas Naranjas.

En cuestión de días la Junta de Ayudar Jugando publicará los datos de estas jornadas y con total certeza, como cada año, nos mandará un mail de agradecimiento pero esta noche (y con el beneplácito de la junta, aunque no lo han leído) me gustaría compartir con todos vosotros un sentimiento.

Hoy no hablo solamente como socio de Ayudar Jugando, hablo también como voluntario y antiguo coordinador y todavía muy implicado en la campaña Un Nen Una Joguina, proyecto al que se destina parte de los fondos obtenidos en las jornadas.

Llevo mucho rato pensando en lo que escribir (el cansancio también hace mella, no mentiré) pero es que cuesta mucho plasmar en palabras lo que quisiera deciros, lo que quisiera daros. Son muchos años, muchas jornadas, mucho esfuerzo. Pero al final de todo, al acabar el día de hoy, no es con eso con lo que me quedo. Me quedo con un sentimiento de enorme gratitud.

Un amigo de hace muchos años me decía hace un rato que se había emocionado de verme tan contento cuando nos despedíamos al final de las jornadas para que pudiéramos recoger todo lo que había por recoger.

Estoy cansado y, debo admitir, yo también altamente emocionado así que perdonadme si entre la gran marea de actividades realizadas durante este fin de semana yo no me acuerdo de citar alguna. No es por faltar, ni ofender, ni por no valorar el trabajo hecho.

GRACIAS, al puesto de información por atender al personal y coordinar las actividades. Por ejercer de puesto de mando y demás tareas logísticas que seguramente no siempre resultan especialmente divertidas. Como pelearse con una impresora al final del día, por citar un ejemplo. Por su alegría, por sus sonrisas.

GRACIAS, a todo el personal de ludoteca. Por explicar juegos, por jugar, por los sorteos, por animar al personal, por… bueno, por ser el alma de la fiesta en la sala, no?

GRACIAS, a Ricard por firmar libros sin rechistar y junto con Chema y las azafatas (bueno, no sé si darles las gracias. Al fin y al cabo, han dejado en paz a Fiber…), a Chewbaca, R2 y los imperiales, por una de las subastas más divertidas que recuerdo. Ah, Chema, gracias también por la leche de coco!

GRACIAS, a los del torneo de Magic. Porque por atípico, por benéfico, por repartir premios por doquier, por entregado, por… en definitiva que por ser tan distinto de los torneos de Magic que había visto creo (opinión personal del autor de la carta) que es el mejor de todos ellos.

GRACIAS, a las magníficas cocineras que nos han cebado a lo largo del fin de semana. Sin obligarnos, claro. Simplemente tentando desde una esquina de la sala cual canto de sirenas con ciertos pasteles, galletas, magdalenas, café,  gofres… que despertaban el apetito. Creo que hablo en nombre de todos los asistentes cuando pido a la junta que considere seriamente convertir ese rincón de la sala en una tradición.

GRACIAS, a los valientes que sobrevivieron a las temibles hordas frikis atrincherados tras las barricadas de cajas de material que se debía vender. Por el buen humor… y por la paciencia en algunos casos. Vosotros ya sabéis de lo que hablo.

GRACIAS, a los fotógrafos y twitteros en general porque sin ellos no quedaría constancia de lo que hacemos (incluidas las locuras).

GRACIAS, a los mozos y mozas de carga que han montado y desmontado mesas y sillas, cargado cagas de ida y vuelto del almacén a las jornadas y viceversa.

GRACIAS, a todos los que han donado material para la tienda. Particulares, tiendas, mayoristas o distribuidores. A todos, muchísimas gracias. Y a los que han donado aportaciones económicas y sobretodo… a los que nos han donado su tiempo.

GRACIAS, a los que hicieron cola para conseguir el material para las subastas. GRACIAS, a todos los que donaron material para ellas… Y GRACIAS a Genís por soportar la presión y no desmayarse (lo siento, tenía que hacerlo ;-P).

GRACIAS, a los de la tirada de la Muerte Suprema (algún día os denunciarán por incitación a la ludopatía) (per mientras tanto… apúntame 4 tiraditas más).

GRACIAS, a los de las actividades de exterior (han sido muchas y me da un miedo terrible dejarme alguna, así que permitidme adoptar la solución políticamente correcta), a los máster de partidas de rol, de las demostraciones de juegos, de los juegos de tablero, de los sorteos.

GRACIAS, a toda esa gente que me sigue maravillando año tras año como se pagan un viaje para venir a pegarse el panzazo de trabajar que se pegan.

GRACIAS, a todos los que habéis trabajado en las distintas actividades durante el año!!!!

Esta es personal y él ya conoce el motivo. GRACIAS, a Marcos. Por cuidarme.

Y finalmente, pero no por ello menos importante, GRACIAS a los miembros de la junta. Porque ellos os dirán, y con razón, que sin ninguno de nosotros esto no se hubiera podido hacer. Nadie es imprescindible, pero si alguno de nosotros no hubiera estado allí algún detalle de los que hemos hecho hubiera quedado por hacer. Y es precisamente el hecho de estar todos allí lo que ha hecho de las Ayudar Jugando 2011 algo tan especial. Pero por mucho que os digan, ellos llevan muchos meses trabajando en esto a un nivel muy duro. Puede que no sean perfectos, el que esté libre de pecado que arroje la primera pierda, pero le ponen esfuerzo y dedicación. Y, si bien el grado de compromiso puede justificarse de alguna manera que pueda ser comparable, no lo es el grado de responsabilidad. Ellos son los que están intranquilos o duermen mal cuando algo no está del todo bien. Así que para vosotros el mayor GRACIAS de todos.

Una vez más disculpad si me he dejado a alguien en esta lista. Puede que no me haya enterado, puede que me haya olvidado. En cualquier caso os lo agradezco de todo corazón.

Hace meses que trabajamos ya para que la noche de Reyes lo menos niños posibles se queden sin juguetes, pero no sabéis la de sonrisas que esa noche repartiremos gracias a vuestro esfuerzo. Y me siento mal y algo egoísta porque yo sí tendré esa suerte después de meses de duro trabajo. Todos venimos porque lo que nos importa es pasarlo bien y sobretodo la sonrisa de un niño y centenares de niños sonreirán esa noche gracias a cada pequeño gesto que habéis hecho. Desde aquí invito a quien quiera a venir a ver/participar de la campaña así como me ofrezco para explicar con todo lujo de detalles nuestra actividad a la cual prestáis un vital apoyo.

Espero veros a todos el próximo año y desde aquí os mando el abrazo que todos os merecéis.

Marc “Krennaste” Travé Simón.
Excoordinador y voluntario de “Un Nen Una Joguina”
Socio de Ayudar Jugando.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ayudar Jugando

Pues ya ha llegado, este es el esperado fin de semana de las Ayudar Jugando. Unas jornadas de rol, juegos de mesas, de estrategia y simulación con finalidad benéfica. ¿Que como pueden ser unas jornadas benéficas? Pues porque todo lo recaudado en la tiendas, las subastas y lo recaudado de las sesiones de rol se da a fines benéficos. De uno de los cuales os hablaré con mayor detalle cuando se acerque Navidad, que será cuando se hará.

De momento os invito a venir y participar de las jornadas. Habrá muchísima gente, aparte de unos maravillosos voluntarios venidos de toda la península (cada cual pagado por su propio bolsillo) para venir a pegarse un panzazo brutal de trabajo para que estas jornadas sean como ediciones anteriores un éxito tanto de calidad de oferta como de recaudación. Y desde aquí ya les doy públicamente las gracias antes del trabajo que van a hacer.

Podréis probar los juegos de mesas que deseéis, o pedir que os enseñemos tal o cual juego, participar de partidas de rol, torneos de softcombat, pujar en las subastas de material, participar en las Tiradas de la Muerte Suprema, el Torneo Topacio y muchísimas otras actividades y demostraciones de juegos.

Os dejo el link de la web donde tenéis toda la información de horarios y mapa del lugar: http://www.ayudarjugando.org/

Acabaré destrozado, lo sé, pero este es uno de esos fines de semana por los que me blindo la agenda. Por divertido, porque veo a un montón de gente de la que vale la pena y porque del trabajo sale se puede ayudar a mucha gente.

Nos vemos este fin de semana y recordad: Ayudar Jugando… por la sonrisa de un niño.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Sant Andreu Jazz Band

Ayer, día de San Andrés, la Sant Andreu Jazz Band (que lleva su nombre no por el santo directamente sino por el famoso barrio barcelonés donde nació y ensaya la formación que lleva el mismo nombre) actuaba en el Palau de la Música Catalana.

Con diez minutos de retraso las luces del Palau se apagaron y empezaron a desfilar por el escenario 20 niños, el mayor de ellos tiene apenas 16 años, y se situaron en sus respectivas sillas en posición clásica de orquestra de jazz. Y junto a ellos apareció el alma del conjunto, Joan Chamorro. Un músico, ayer mismo por la tarde lo comentaba con Carme, que quizá no sea uno de los mejores y que sin duda tenía poca notoriedad hace un par o tres de años pero que sin duda sabe cómo manejar a un grupo de pequeños genios de la música. El mérito en gran parte es suyo. El mérito de haber juntado un grupo de muy diferentes edades que se movían como una panda de amigos, que se arreglaban con la naturalidad de quién ha pisado ya muchos escenarios los micrófonos unos a otros durante los solos, las sillas, las partituras.

Admito que a todos ellos les queda un largo trecho para ser músicos profesionales, detalles de calidad, o para que la aventajada alumna Andrea Mottis sea comparable a los grandes del jazz tal como suelen compararla. Pero tienen madera. Madera y actitud. A la que sonaron las primeras notas consiguieron que me olvidara de su edad casi hasta el final del concierto.

Buen concierto acompañados de 4 grandes solistas como fueron Ricard Gili, unos siempre increíbles Wycliffe Gordon y Jesse Davis y un Terrel Stafford espectacular y que hasta ayer era para mí un completo desconocido pero del que me pienso conseguir la discografía completa en menos de una semana. Pero incluso ellos se vieron abrumados por el talento llevado con una increíble humildad de unos chavales que les hacían de orquestra y se alternaban con ellos los solos de los temas.

Me acordé mucho de ti Marta cuando una niña de diez años interpretó notablemente un tema de Ella Fitzgerald, que ella misma le propuso al director de la banda “porque la vio en youtube”. O como la niña de 6 años que se pasó la mayor parte del concierto sin tocar porque “solo se sabía algunas melodías” pero que arrancó el más cálido y cariñoso, a la vez que sorprendido, aplauso del público cuando compartió ser solista con Gordon y Davis. Viéndola allí, no midiendo mucho más que la trompeta que sostenía, entre aquellos dos gigantes (metafórica y literalmente hablando) del jazz alguien del público le gritó un “ánimo, que tu puedes con ellos” ante la sonrisa, quizá condescendiente, de todos los presentes. Sonrisa de la que se nos esfumó la condescendencia  de la cara en cuanto la oímos tocar. Y tan mona ella, cuando acabó la pieza simplemente se volvió para su sitio al fondo de la formación, sin tan siquiera esperarse a saludar ante la atónita mirada de sus compañeros de solo.

Veinte niños. Veinte entusiastas del jazz que pese a su corta edad pusieron en pie en su primera actuación en solitario en el Palau a todo un público, a su director y a cuatro grandes músicos que acabaron rendidos antes su entusiasmo, talento, humildad y gracia infantil con la que nos enamoraron a todos.

Leía esta mañana en una crónica que Chamorro, con mucha vista, convenció a los artistas invitados mandándoles un link con un vídeo de una actuación de la banda en directo con un simple mensaje que decía: Si con esto no os puedo convencer, no tengo más argumentos. Vinieron. Por algo sería.

Quizá no son todavía los grandes entre los grandes músicos del jazz como algunos periodistas les catalogan, pero viéndoles queda claro que miente quién dice que el jazz no tiene futuro o no puede captar a nuevos adeptos. Quizá solo algunos, o ninguno, se dedicará profesionalmente a la música. Pero de momento eso que se llevan, y mientras tanto, nosotros a disfrutar.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Noche de fuego...

Este fin de semana ha sido uno de esos fines de semana extraños y de ritmo desacompasado. Después de un día tremendamente agobiante, para arriba y para abajo cargado hasta las cejas de bolsas con ropa y material de robótica (Mingo, lamento haberme perdido tu comida de despedida. Anna y Ignasi me encantó veros aunque fuera fugazmente ante una cerveza todavía más fugaz), tuve un Correfoc.

Para los de fuera de por aquí diré que grupos de Diables (literalmente Demonios) nos disfrazamos con ropajes más o menos ignífugos, nos armamos de mazas donde sujetar petardos y perseguimos a gente. Vale, dicho así suena muy psicópata (y hasta puede que lo sea) pero os aseguro que resulta tremendamente divertido bailar bajo las chispas de fuego. Mi primer pensamiento fue un… Dios! Cómo lo echaba de menos. El olor a pólvora, el calorcillo, las explosiones.

Admito, ahora que lo he vuelto a leer, que definitivamente necesito terapia como pirómano potencial. Pero este tampoco venía a ser el hilo del post, así que dejaremos lo de conocida necesidad de visita al terapeuta para otra ocasión.



Las fotos no se corresponden al día del que hablo, pero pueden resultar ilustrativas. Dejo vídeo que también puede resultar ilustrativo. El que aguanta el petardo gordo en el vídeo soy yo, el petardo gordo que aparece en la otra foto en concreto.

 Aún así, he hecho esto centenares de veces. Que tenía este de especial? Pues tenía de especial que, siendo yo de Sant Cugat del Vallès de toda la vida, por diversas razones acabé siendo diable de la colla Forques de Can Deu de la ciudad vecina de Sabadell y este viernes mi colla de diables era la invitada de la de mi pueblo. O sea, jugaba como local como miembro del equipo visitante, y además tenía la oportunidad de compartir correfoc con muchos amigos y con mi hermana pequeña (que sí está con los diables del pueblo) (en la junta, para que tenga mayores bemoles la cosa).

Eso sí, los de mi colla quedaron impresionados por el despliegue de medidas de seguridad. Siendo como es un pueblo con fama de pijo, no sin cierta falta de razón, nuestro ayuntamiento (el feudo más fiel de CiU donde los haya) garantiza la seguridad poniendo miembros de Protección Civil, media docena de agentes de la municipal, una pareja de Mossos d’Esquadra, una ambulancia y un severo despliegue de ADF armados con armaduras de combate y algo así como fusiles de agua (lo normal es una ambulancia y un agente de la municipal, si vienen, y vas que te estrellas). Todo ello provocó el escarnio y las risas de mis compañeros acerca de la “valentía” del ciudadano medio de mi pueblo y hasta la broma, cuando circulábamos por una calle peatonal en mitad de dos calzadas para no acercarnos a ningún edificio, de “Mira, que preparaditos que están en Sant Cugat, que hasta tienen carril-Diable”.

Luego hubo cena, concierto y baile y fiesta que se alargó hasta entrada la madrugada. Solamente cortada porque hubo que quedarse a desmontar la barra, las mesas, etc.. Vamos, que acabamos destrozaditos.

Sábado fue día tranquilo. Paseo por la mañana, comida con la familia y tarde y cena con amigos y a dormir temprano que hoy tenía carrera.

De la carrera de hoy lo mejor que saco ha sido que no hay ni rastro de las molestias de tobillo que me han tenido casi un mes sin entrenar. Xavi Valero tenía mucha razón cuando me dijo que las carreras que haces sabiendo que no vas a marcar tiempo son la que más disfrutas. He salido solamente a correr, a sentirme cómodo y a ver el ambiente… y estaba tan relajado que hasta he bajado marca! Eso sí, mañana cada milímetro de mis piernas se acordarán de este pequeño hito que he conseguido, porque un mes sin entrenar a fondo sigue siendo demasiado tiempo.


Por cierto, si no habéis ido a ver “Un Dios salvaje” os recomiendo que no os la perdáis. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Travé al volante… peligro constante

Ale, otra espinita menos. Un servidor ha subido esta mañana a examen de conducir y ha sido considerado apto para atropella… digo para circular conduciendo un vehículo motorizado denominado coche. Añado la foto que me hizo un compañero un tanto malnacido cuando estaba haciendo una de las últimas prácticas. En defensa de mi gesto añadiré que me disponía a efectuar un cambio de sentido en Plaza España...


Y esta noche a ver el Barça, que estaría bien acabar bien el día.

Ya puestos también añado una relación con el formulario que otro compañero incalificable ha tenido a bien de enviarme para que lo publique cada vez que vaya a coger el coche.



Yo, Lerdo de nombre ………....................................................……………….. con DNI ………………………………………………… , informo que en el día de hoy de fecha .…./.…./…….
tengo planeado circular y declaro que mi itinerario será:


Ubicación origen: ………………………………………………
Ubicación destino: …………………………………………….
Hora salida: ……………………………………………………….
Hora prevista llegada: ……………………………………….
Itinerario:

Nombre Calle
Hora prevista
















Firma:




martes, 22 de noviembre de 2011

Buenas Noticias. Me voy.

Pues anda que no hacía tiempo que no actualizaba yo esto. Las últimas semanas han sido un poco caóticas. En primer lugar, para aquel que no lo sepa, esto ya es oficial. Me voy a la Antártida.

Estaré por allí los meses de enero y febrero. Mi itinerario es un poco largo y variado. Salgo de Barcelona hacia Santiago de Chile, vía Madrid, para pasar un par de días de aclimatación allí. Luego volaré hasta Punta Arenas donde estaré un par de días antes de embarcarme en el BIO Hespérides el día 13 de enero. Siempre que la mar lo permita, evidentemente. 4 días de barco y llegada a la Base Antártica Juan Carlos I.


Os dejo una imagen satélite de la base. No puedo precisar mucho más acerca de mis destinos porque aparte de la supervisión del funcionamiento de Pico-Radio (donde tenemos la antena) tengo que hacer estudio del canal y medidas desde distintos puntos, pero será el mar quien determine que hago y cuando lo hago. Que más vale no hacer tonterías por allí abajo. O hacer las justas ^_^

De momento ya tengo casi todo el equipo, pero me siguen faltando las cosas más importantes: calzoncillos térmicos, botas y calcetines. Eso y un par de velas a todos los santos orando para evitar que me pierdan las maletas… porque como no lleguen a tiempo voy a estar muy, pero que muy jodido.

Olvidemos el frío por un momento pues el título del post no solamente habla acerca de que me voy, sino también de buenas noticias. Vale, para muchos será una buena noticia que me largue. Incluso para algunos lo sería que no volviera. Pero en este caso las buenas noticias son otras.

Este año estoy con mi proyecto final de carrera y tenía sobre la mesa un proyecto tremendamente interesante, pero que corría serio peligro de no poder hacerse por falta de fondos. Diseñar unos ejercicios para rehabilitación de enfermos (especialmente niños) con parálisis cerebral y como fase posterior el diseño de un robot adecuado para ello. Teníamos alguna pequeña subvención pero con la de ingenieros, la de médicos y lo barato del material había miedo (especialmente por la banda médica) de no poder hacerlo. Bien, pues hace poco supimos que nos han concedido la subvención de La Marató de TV3. Lo que no solamente asegura la viabilidad del proyecto, sino que nos quita de encima la presión económica y el buscar fondos para la continuidad (se da a 3 años vista y es un enorme montón de billetitos lilas). Así que contento, porque ahora ya sé que puedo dedicarme a ello con tranquilidad.

Y por si fuera poco estamos solo a dos semanitas de las Ayudar Jugando (http://www.ayudarjugando.org/), en la que me espera el reencuentro con mucha gente (y deslomarme la espalda cargando cajas, las cosas como son). Aún así será divertido, sin duda, y os espero a todos allí para jugar, pasarlo bien y conseguir dinero para causas benéficas (de las que ya hablaré en futuros posts).

Me queda en el tintero la última noticia, porque que seria de cualquier cosa en esta vida sin su banda sonora? Como decía tengo un puñado de buenas noticias que he recibido en los últimos días y para conmemorar todo este buen momento va mi querido Bruce Springsteen y anuncia que tiene nuevo disco que saldrá en breve y gira europea para verano de 2012.

Lo dicho: buenas noticias.

lunes, 31 de octubre de 2011

Pues día interesante el sábado. No lo relataré desde el principio porque dudo que a nadie pueda interesar en lo más mínimo las lindezas y alabanzas que pudiera hacer de los sistemas de telefonía y de diseño de antenas sobre los que estuve trabajando. Así que saltaré directamente a la hora de comer, cuando fui a rescatar a Nacho de las garras de un desagradable trabajillo en el que estaba metido (Y sí, la palabra rescate me parece la adecuada. O ese sería el sentimiento que hubiera tenido yo para con quién me hubiera sacado de allí, porque Nacho no me extraña que llevaras la cara que tenías) y nos fuimos a comer por la Barceloneta.

Por cierto, que caro se ha puesto el restaurante que hay en la terraza superior del Museo de Historia de Catalunya. Quería agasajar a tan ilustre invitado allí… pero catalán o no se me cayó cuanto se me pudiera caer al ver como se ha puesto el tema. Ignorando este punto debo confesar que me encantó disfrutar de unas tapas y cervezas allí, a tocar del mar, con la brisa y ese cierto olor a sal que tanto adoro. Hacía tiempo que no me tomaba una comida cerca del mar y lo echaba de menos, las cosas como son. Aunque no fui el único al que le animaron la cara los choclos…

Tras un paseo por la playa con Nacho (que romántico suena dicho así) nos pasamos por su hotel donde una vez más esperaba una tarde de agobiante trabajo. Por suerte a media tarde quedamos libres para ir a tomar unas cervezas al Shamrock (sí, que pasa, aquí no tenemos el Thomas pero tenemos otros bares con solera y carácter!) donde nos enfrentamos en una competición de billar en la que Nacho me ganó la primera partida y viendo de en la segunda me había calentado el muy villano tuvo la indecencia de desafiarme al desempate… a los dardos. En donde hice un mínimamente digno papel gracias a la intervención de la suerte y la divina providencia, pero en la que perdí miserablemente. 

A eso de las 8 me fui para el cine Urgell con Gerard (thanks Bro) donde teníamos una supuesta maratón de pelis de terror. Y digo supuesta porque todavía no entiendo muy bien como acabo aquello. La primera película fue una auténtica obra maestra del terror: El resplandor. Increíble composición de fotografía, efectos sonoros, interpretación, historia, guión… vamos, una jodida obra maestra. Tan bien filmada que sigue dándome miedo después de haberla visto una docena de veces. Aquellos que pasen miedo, recomiendo no verla porque la van a sufrir.

Lo curioso vino después.  “Un hombre lobo americano en Londres”. Por favor, recordad este título y a poco que podáis miradla. Gloriosa. Desde un principio (música inicial) te queda la sensación de no saber qué estás viendo. Parece lenta, parece sosa… pero os lo juro, llegado un punto (para mí la primera visita en el hospital…) se convierte en una película de obligatorio visionado. Repleta de frases célebres (como muestra, y no digo contexto para no hacer spoiler, un botón: “La Reina Isabel es un hombre! Carlos de Inglaterra es gay! Winston Churchill era un inútil! Shakespeare era francés!”), con un trabajo de maquillaje como se han visto pocos (y no bromeo, especialmente por el presupuesto, la época y los medios con que contaban) y una banda sonora impecablemente elegida. Glorioso final, pero sobretodo… no os perdáis la escena del accidente de Picadilly Circus ni las dos escenas en el cine X. De verdad, se me saltaban las lágrimas de tanto reír.

Ah! Casi se me olvida. Jorge, Ángel y Marta: mi idea era mandaros de vuelta a Madrid a Nacho con una bandeja de unos artesanos y riquísimos Panellets (unas pastas muy típicas de por aquí que se comen en esta época del año hechas a base de mazapán y aderezadas con almendras o piñones o chocolate u otras variopintas y diversas combinaciones). Pero aquí el amigo confesó que si le daba la susodicha bandeja os iba a entregar el papel de envoltorio porque se los iba a ventilar de camino. Valiente mensajero iba a ser. A su vez y vista mi decepción, me emplazó a que fuera yo mismo, sin duda (desde su punto de vista) en ese caso el regalo comestible estaría mucho mejor custodiado, quién os los trajera a la capital. Reclamaciones a nombre de Fuerza de Voluntad de Nacho Díaz. Creo que solo hace horario de tardes, aviso.

lunes, 24 de octubre de 2011

Nostalgia

Llevo dos días con esta canción en la cabeza. Hacía mucho que no la escuchaba, casi la había olvidado, pero este sábado la oí cantar y recordé todas las noches de campamentos y las guitarras, el fuego, los amigos, las excursiones, los años de monitor, los chavales, a mis monitores de infancia y juventud… pero sobretodo recordé lo mucho que me gusta la letra de esta canción.


Dejo aquí la traducción de la canción escrita por Ovidi Montllor (creo):

Pues era un rey que tenía 
el castillo en la montaña, 
todo lo que se veía era suyo: 
tierras, pozos, árboles y casas, 
y por la mañana desde la torre 
cada día las contaba.

La gente no quería al rey, 
y él tampoco les quería, 
porque de contar sabía, 
pero amor, no le quedaba, 
cada cosa tenía un precio, 
la tierra, los hombres, las casas.

Un día un muchacho de su reino 
se puso a la vera del castillo. 
Y cantó esta canción 
con voz triste pero clara. 
Y cantó esta canción 
con voz triste pero clara:

¿Cuando vendrá el día en que el hombre 
valga más que pozos y casas, 
más que las tierras más buenas, 
más que las plantas y los árboles? 
Cuando vendrá el día que al hombre 
no se le peso con las balanzas?

El rey, que oyó al muchacho, 
lo hizo coger y, con rabia, 
ordenó que le dieran 
cientp cincuenta garrotazos 
y en la torre lo encerró, 
castigado a pan y agua.

Pero el pueblo todavía sabe 
la canción de las balanzas, 
y cuando se juntan los hombres, 
riendo y llorando la cantan, 
y cuando se juntan los hombres, 
riendo y llorando la cantan. 

Y aquí dejo una versión que suena mucho mejor que cuando la cantábamos nosotros en las noches de salidas de fin de semana:

http://www.youtube.com/watch?v=YoQ4AVhr3Cs&feature=related


Por cierto, los links del post anterior ya están colgados. Despistado que es uno, oye ^_^.

domingo, 23 de octubre de 2011

Autorizado el suicidio

Pues parece que la crisis nos ha golpeado soberanamente en la universidad. Esta mañana nuestra sorpresa ha sido mayúscula cuando los de mantenimiento han venido a retirar una pequeñas vallas de las ventanas de la sala donde trabajamos el colectivo docente de la universidad. Parece que, vista la situación, se nos autoriza a saltar ya por la misma (nótese que trabajamos en un ático situado en una 4ª planta…).

Hace días que no actualizaba nada en mi blog y es que son muchas las cosas que me han pasado recientemente, la mayoría de las cuales todavía me tienen en vilo y suspense y sin saber cómo acabarán. Y si me permitís no me avanzaré plasmándolo por aquí hasta que no tenga una idea más acertada de cómo van a terminar afectando realmente a mi vida.


De momento, sus dejo con un par de fotos de mi mesa de trabajo “altamente desaprovechada” por lo que a espacio se refiere. Uno de mis compañeros dice que el día que le haga un Unzip a mi mesa ocuparé la sala entera. Eso me pasa, supongo, por ser “profe cabrón” tal y como me definió una amiga este sábado.

El viernes empecé mi nuevo segundo trabajo. Entrenador de equipo para la First Lego League (mirar aquí para mayor información: http://www.firstlegoleague.es/index.php?option=com_content&view=article&id=68&Itemid=100084). Concretamente entrenador de, seguramente, dos equipos del colegio Montserrat de Barcelona.

¿Y para que los entreno? (Sus podéis mirar la web, no?) Bien pues para un concurso que organiza LEGO cada año en el que los equipos tienen que diseñar un robot y programarlo para solucionar un circuito y unas pruebas. También tienen que hacer un proyecto científico proponiendo una solución innovadora para una determinada temática, que este año es la conservación de alimentos. Os dejo aquí el blog del equipo: http://robogenious.wordpress.com/.

Sin lugar a dudas, lo que más me gusta de esta competición es que a pesar de que los niños aprenden a programar y adquieren conocimientos de robótica (algunos de los niños tienen mayores conocimientos del conceptos de programación que alumnos que entran en primero de carrera, y no bromeo), por encima de todo se valora la deportividad, la educación y el respeto. El ir a pasarlo bien. Este año han variado el reglamento para potenciar todavía más este concepto, pero hasta el año pasado una de las 3 maneras en que un equipo podía clasificarse para la final era precisamente ser el equipo que mejor había entendido los valores de la First Lego League.

Ya iré contando que tal les va a los zagales. De momento están todos motivadísimos.

Tengo pendiente un post sobre la carrera que hice hace un par de semanas, lo sé, pero es que todavía no tengo las fotos.

Ala, hasta la próxima.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Y Caronte se queda sin propina

Hay veces que la vida tiene haber a golpearnos y recordarnos que todo, especialmente la vida, se acaba y uno se muere. Y jode. Hombre, claro, jode. Como que alguien querido se te acaba de ir al otro barrio y te queda lejos y te da palo ir hasta allí.  Pasamos a echarlo mucho de menos. Pero la verdad es que lo que más nos duele no deja de ser el egoísmo puro y duro de saber que no volveremos a verle. Y que encima nadie nos pedido la opinión acerca del asunto o si nos venía bien, ni nos tiempo para prepararnos. Y jode. Pero lo que nos jode es que no tenemos control ni capacidad de decidir sobre ello.

Pero hasta donde llega nuestro egoísmo. ¿Puede alguien explicármelo? Porque me quedé realmente sorprendido hace poco en un funeral. La gente hablando acerca del difunto (Un héroe. Como suele ser habitual parece que el fallecido era un santo, al que estoy seguro nadie le cantó sus virtudes con la vehemencia con la que se le alababa el día de su sepelio en la vida. Tendrá bemoles la cosa. Pero no me tiréis de la lengua que me calienta mucho el tema, así que aplicaos el cuento y si alguien os importa se lo decís ahora para que pueda disfrutarlo, vale?).

Un par de personas hablaban, con la debida y sentida emoción, de lo intensa que había sido la vida y acerca de su abrupto final. Que hay que reconocer que mala leche tiene la Señorita Muerte con aquello de presentarse cuando menos se le espera, pero como seguro que debe tener otras virtudes que no le conocemos tampoco será cosa de cargar tintas contra ella. Quién sabe, a lo mejor es una triste becaria mal pagada y explotada que se come el marrón de dar la cara.

Y en esas escuché la gran frase:

-          ¿Y qué edad tenía?
-          77
-          Ah! Pues tampoco era tan mayor. Lástima, le quedaba tanta vida…

¿Qué no era mayor? Carai, a mi me da que con 77 ya era todo un señorito. Hasta en los sitios restringidos para adultos creo que le dejarían pasar sin enseñar el DNI… Que me lo apreciaba mucho (al difunto, se entiende), pero muy mal no me supo que ya a los 77 se mudara para otros lares. Vamos, que creo que ya hizo su camino.

En fin, puede que sea cosa de la crisis, pero yo de ser la Muerta empezaría a revisar mi CV y trataría de reorientar mi futuro laboral. Porque si de la voluntad depende, la cosa está muy jodida... Y Caronte tendrá churumbeles a los que alimentar, digo yo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Madrid II

Pues recién acabo el curso me pasé por el hotel… Anda, claro, que no había dicho nada del hotel. Acostumbrado a pocos regalos de este tipo imaginaos el estado de shock en  que quedé sumido al ver que mi habitación disponía de una salita de entrada, armario en el pasillo, habitación con cama de matrimonio y televisor enorme en la pared, minibar (que por si acaso dejé intacto, que a lo mejor la universidad ahí ya no tragaba…), salita con sofà + mesa de trabajo + televisor idéntico al de la habitación, balcón con mueblería y un cuarto de baño que rivalizaba en tamaño con la habitación de la cama. Impresionante. Tengo que agradecer tamaña comodidades el lunes cuando llegue al trabajo.

Lo dicho, que un servidor se fue al hotel a relajarse un ratito esperando que Nacho (porque Pelayo básicamente nos dejó tirados… ;-P) saliera de trabajar. Tras sufrir uno de esos míticos atascos madrileños me presente en Manuel Becerra para que me llevara a una cervecería que recomendaré toda la vida. No solo tienen una variedad altamente interesante de cervezas, sino que además te la sirven en la copa que toca. Cervecería Thomas, calle Rufino Blanco número 8.

A partir de ahí empezó la operación “emboscada de Nacho” que consistió en presentarme a Victor, Jorge y a Jorge alias “Fernando” (no tengo ni la más remota idea del motivo, pero le llaman así cuando coinciden los dos Jorges) y soltar que era catalán, culé y abandonarme en la mesa. Según él, porque así ya se pasa todo de golpe. La segunda fase del plan fue pasarse toda la noche pidiéndome otra cerveza cada vez que veía que la mía se había vaciado (El problema es que las copas del tipo de cerveza que yo pedía vienen todas con un agujero de serie en la base de la misma. Yo no tuve nada que ver, lo prometo.). Pero claro, el muy malnacido se pedía una cervecita belga de baja graduación mientras que un servidor, por aquello de no mezclar y seguir con lo de la primera copa, iba a base de cerveza Judas.

Iniciadas las dos fases del plan empezó el baile de caras y nombres. De todos es conocida mi incapacidad para memorizar nombres, pero yo no sé si fue lo que le echaron al codillo que nos dieron de tapa (porque sí, lo de la foto es la tapa que acompañaba a una de las rondas de cerveza. Que mucho nos queda que aprender de vascos y madrileños en el tema regalar tapas. Aquí da gracias si te dan unos quicos con pipas.) que conseguí memorizar los nombres de casi todo el mundo. Incluidos los dos nombres del Jorge al que no sé el motivo le llaman Fernando. Creo que me lo explicaron, pero eso sí que no lo recuerdo.

Lo mejor fue la llegada de Ángel, al que Nacho no había avisado y que al verme le dijo un “mira quién está aquí” y Ángel me dijo un lacónico: “hola”. Para volver a los dos minutos con un “¡joder tío, que no te había reconocido en por desubicarte y por no verte en camiseta naranja!!!”. Cosas de las AJ, que te encasillan.

Noche de risas, cervezas, tapas increíblemente buenas y grandes, inevitables discusiones sobre modelos lingüísticos y de fútbol (todo tremendamente educado y desde el respeto, el que diga que en Madrid solo se sabe insultar o discrepar por sistema con todo lo referente a Cataluña o bien no ha estado en Madrid o miente como un bellaco), más risas, anécdotas y básicamente una buena velada en una magnífica cervecería. (Para demostrar lo de los nombres diré que recuerdo a Rafael, a Paolo, a la dos Olivias y a Marta)

Magnífica velada que como suele decirse, y para joder, intentaron acabar el en peor momento: a la 1:34 de la madrugada. ¿Porqué recuerdo exactamente la hora? Pues porque el metro cierra sus puertas en Madrid a la 1:30, así que dije que si me tenía que pillar un taxi que de allí no se movía nadie. Y hay que ver que duro fue convencerles… Más risas, más anécdotas, se acabó la Judas de la cervecería y tuve que pasarme a la Satán, sesión de masaje improvisada (que poco cuesta ofrecerse voluntario para según qué… ;-P), chupitos de un licor muy dulce y fresco que entraba muy fino, muy fino, muy fino… y que hubiera causado muchos estragos si no me hubiera armado de fuerza de voluntad y hubiera mandado la botella a la otra punta de la mesa. Por Dios, si nunca os dejáis caer por Madrid: de verdad, visitad esa cervecería. (pero no os acerquéis a la gente de las mesas del fondo… muy mala gente).

Y de esas ya dejamos que cerraran el bar. Los últimos supervivientes estaban en la plaza decidiendo que hacer y pareció que aquello se iba a acabar allí cuando la Olivia superviviente desapareció. Un segundo estaba allí… y al siguiente ya estaba montada en un taxi camino de su casa. No recuerdo ni si llegué a despedirme de lo rápido que fue todo. Un servidor tomo entonces el grito de guerra de: “Bueno, pero vamos a alguna parte para la última.” Con efectos dispares. Marta jugueteó con la idea de acompañarnos una rato para terminar declinando la oferta, momento en el que como buenos caballeros (cada cual habla por sí, lo digo porque no sé si lo de caballeros ofenderá a Nacho o a Jorge ;-P) la dejamos en el portal de su casa. Cosa que sus padres y vecinos no debieron agradecer mucho, porque ahí me sumo al comentario de Marta: vocingleros que sois los dos, carajo.

Y de allí al bar de la última. Tarde. Cómo la décima, que no llega nunca. El bar, llamado algo así como “No se lo digas a Mamá” resultó estar prácticamente vacío, con deciros que nos quedamos solos Jorge, Nacho, el DJ, las dos camareras y un servidor… Triste final para una noche divertida. Desde aquí agradezco a todos por tratarme como me trataron (Nacho, lo de no dejarme pagar la cuenta de las cervezas queda apuntado… te vas a enterar cuando vengas para las AJ que ese fin de semana te saco yo de cañas…), por cómo me acogieron y por encima de todo por lo mucho que me divertí, que buena falta me hacía.

Un abrazo. Y sinceramente: hasta la próxima.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Madrid I

Pues bien, los planes de futuro prosperan. Si me preguntáis tampoco sé ahora donde carajo voy a estar en unos meses, pero vamos adelantando pasos en cada una de mis opciones.

De momento acabo de volver de dos días en Madrid de un curso de formación para irme al Antártida. ¿Es seguro que me vaya? Pues no, depende de otras opciones laborales. ¿Es plausible e incluso probable? Pues sí. Además… me hace una ilusión tremenda. Quizá hay que estar un poco pirado (vale, “poco” no sería la palabra que mejor lo define), pero es una aventura genial que pocas otras veces podré realizar. Deberíais ver la pasión con la que hablan los que han estado allí alguna vez. Así que cruzad los dedos por mí para que pueda ir.

El viaje empezó con el AVE de las 6:40 de Barcelona a Madrid. Menuda gozada. Cómodo, rápido, de centro a centro,  atenciones en castellano, catalán e inglés… y amables caballeros que se enfadan enormemente soltando improperios e insultos a placer con los catalanes con frases como “¡Tener que aguantar oír el catalán! ¡Pero si no les queremos, coño!”. Como decía Maruja Torres, me voy a Madrid a cargarme de mala leche. Y es una lástima, porque como se aprecia en este blog: todos los catalanes sentimos un odio profundo y un desprecio increíble hacia todo lo español. Una lástima, vamos.

Olvidemos el tema, hablemos del curso en sí mismo. Ha consistido en una sesión de presentación de los diferentes equipos que en principio nos desplazaremos al continente de la Atlántida, digo Antártico (broma habitual entre la gente que ha ido). Nos hemos presentado por destinos y proyectos desde el personal médico, el logístico (civil y militar), el militar (Armada y Ejército de Tierra) y el científico. Porque sí, allí resulta que soy un científico.

A continuación empezaron los representantes del Comité Polar Español y similares… que tienen la manía de hacer presentaciones largas, repletas de diapositivas llenas de letras a reventar, con datos, datos, datos, sin nada impreso para poder seguirles. Con lo que a los 10 minutos casi todo el mundo ya tenía el cerebro desconectado. Eso cambió un poco cuando se habló del tema revisión médica y especialmente cuando los militares tomaron la palabra. Joder que cambio: claro, conciso, preparado y al grano. Especialmente el Capitán de Fragata Juan Antonio Aguilar del Estado Mayor de la Armada, que habló de la logística de los desembarcos y funcionamiento de los buques BIO Las Palmas y BIO Hespérides, que son los que realizarán las misiones en la campaña de este año (como en campañas anteriores). Ya sé que la terminología es muy militar… pero es que el tema está bastante militarizado. Cosas de tratar con la Armada.

Después de una mañana de logística nos hicieron un intenso curso de formación de Soporte Vital Básico (normas de higiene, patologías habituales, tomar conciencia de cómo actuar ante situaciones específicas, uso de cierto equipo médico, cursillos que nos van a dar, prevenciones, anécdotas, etc…). Una de las cosas más importantes, aparte de la precaución y la revisión médica y odontológica, es saber que debemos hablar con la familia, amigos y parejas para concienciar de los riesgos que ello implica. El hospital más cercano está a 1000 Km y los planes de evacuación factibles puede que lleve días trasladar a un herido, con las consecuencias que todos sabemos que eso puede tener en un caso de gravedad. Así que si alguien necesita que le explique los planes de contingencia para estar más tranquilos que lo diga y lo haré encantado. Yo estoy muy tranquilo, aviso, pero el Comandante Médico al cargo del tema avisó que suele ser muy habitual que quienes peor lo llevan son los que se quedan y que a menudo no se atreven a plantear sus miedos.

Y con eso acabamos el día laboral. En el siguiente post os pongo la “cena” de la noche que me organizó Nacho..